Si a mí me funcionó puede que te funcione a ti.
El minimalismo no se trata de una habitación blanca con una cama sola en la base y una sábana de fibras crudas perfectamente estirada… una pandurata en un rincón dentro de un canasto tejido y una mesa de madera con dos tazas negras.
El minimalismo más que forma es fondo, es esencia y es flexible, tiene que ver con un sentimiento intrínseco de ligereza que se refleja en el exterior. Tiene que ver con unas ganas de enfocar tus esfuezos, tus intenciones, tus acciones y en general tu día a día (y por lo tanto tu vida) en lo que realmente es importante y significativo para ti, en aquello que le da sentido, serenidad y plenitud a tu existencia.
Y si eres impaciente (como yo solía serlo) deseas que en un abrir y cerrar de ojos tu hogar esté más ligero, que sientas como fluye la energía y observar como tus habitaciones se convierten en espacios dignos de fotografía para Instagram o Pinterest, pero la realidad es que el minimalismo consciente va de a poco y nada tiene que ver con estas expectativas.
Implica comenzar haciendo nada físico y sí sentándose papel en mano de preferencia, a hacer una introspección honesta de quién eres y como es la vida que deseas vivir. Tiene que ver con analizar tus prioridades y elegir aquello a lo que sí le vas a dar su justo valor para después pasar a la acción.
Un tip: puedes coger papel y lápiz o puedes comprar ¡sí dije comprar! (hay cosas que sí se deben adquirir) el libro «la vida minimal» de Pedro Campos que es un cuaderno de trabajo para apoyar tu transición al minimalismo o el libro «Más con menos» de Joshua Becker. Cuando yo comencé eran más los blogs y podcast pero ahora hay muchos libros sobre el tema y ellos dos junto con Leo Babauta me parecen de los prácticos, amenos y profundos a la vez 😉
Ya consciente de para donde quieres caminar, puedes ir atacando espacios de tu hogar de a poco con la técnica de los tres letreros. En publicaciones anteriores ya te mencioné que yo inicié con el cajón de mi buró.
Por experiencia creo que lo más efectivo es iniciar con espacios que ves diario: el clóset o la alacena pueden ser una buena opción, el refri o el baño, pero en realidad tú decides el espacio, el ritmo y el tiempo, que en esto no hay reglas.
Poniendo de ejemplo el clóset, y con la técnica de los tres letreros, mí «receta» (no encontré otra forma de llamarla) para la ligereza de ese espacio sería algo así:
1. Dedica un tiempo en el que de preferencia no vayas a ser interrumpido.
2. Pon un playlist que acompañe la tarea (soy musical de naturaleza por eso este consejo).
3. Es preferible que estés descansado (sobre todo mental y emocional) para la tarea que emprenderás, ya que el ejercicio de desapego desgasta.
4. Prepárate algo rico de beber y algo para picar que realmente disfrutes (para el desgaste físico hay que alimentarse).
5. Ponte ropa cómoda e inicia la tarea.
6. Toma tres papeles visibles y en cada uno escribe una de las siguientes frases:
Tirar y reciclar (lo ideal en ropa es reciclar)
Reparar
Reglar y donar
Ahora sí:
- Saca absolutamente todo lo que tengas en el clóset y límpialo muy bien (bárrelo, sacúdelo, trapearlo, aspíralo).
- Comienza por lo que menos te gusta, lo que sabes que no te queda y que es muy fácil deshacerse de ello, pónlo en la pila que corresponda. Es muy importante que las cosas de donación vayan limpias y en buen estado así que si tienes un pantalón para donar pero que no sirve el cierre, primero arreglas el cierre y luego lo donas (por lo que en esta primera etapa iría en la pila de reparar).
- Ve avanzando con cada una de tus prendas siendo muy honesto contigo: ¿Tengo más de un año sin usarlo? ¡Fuera! ¿No me queda desde la prepa? ¡Fuera! ¿Es para cuando vuelva a ser talla 2 si ya soy 6? ¡Fuera! ¿Me lo dio mi tía Monchita y nunca me lo puse porque no es de mi agrado pero mi tía ya se fue al cielo y es un recuerdo? ¡Fuera! Si quieres honrar a tus seres queridos, vive feliz, si quieres volver a ser talla 2 y es posible aplícate de la forma más saludable y ya podrás estrenar con tu nuevo cuerpo pero que no sean pretextos para tener energía estancada en el clóset.
- Por categorías es más fácil: ropa interior, ropa de ejercicio, ropa para el trabajo, ropa para dormir, ropa del diario vivir…
- Deshazte de todo aquello que no te quede, no uses, no te guste, o no vaya con tu tipo de vida. En mi caso es absurdo que siguiera teniendo ropa de oficina cuando tengo tres años sin estar en una y en mi plan de vida no está regresar así que ¡adiós trajes! (Aunque me quedarán increíble). Todos conocemos a alguien que apenas esté iniciando a laborar en áreas godín y una ropita no le caería nada mal.
- Así ve dividiendo la ropa en lo que necesita irse: lo que se puede reciclar (en H&M por política aceptan toda la ropa para reciclar aunque no sean de su marca así que ahí puede ir ese calcetín sin par o esas playeras con hoyos que ya no sirvan para donar).
- Lo que necesita repararse porque se descompuso el cierre, se le desdobló la bastilla, necesita nuevos botones o algún remake sepáralo y por amor de Dios ¡repáralo! Que no se quede en una bolsa al fondo del clóset porque de nada habrá servido la tarea.
- Lo que se necesita donar sepáralo, lávalo y llévalo al lugar indicado: suéteres y ropa de cama (asilos), ropa del diario y oficina casa del migrante, sobrinos, amigos a los que les puede funcionar, páginas de trueque), ropa de niños y disfraces (casas hogar), ropa de fiesta ¡véndela a lugares donde rentan o cédela a personas que lo necesitan para un evento).
Siempre hay alguien buscando algo que tú tienes, así que si ya está de más no dudes en cacarear que lo tienes y lo quieres ceder, te aseguro que aparecerá el nuevo dueño.
Haz lo mismo con zapatos, accesorios, maquillajes, corbatas, cremas, productos de limpieza a todo se le puede aplicar la regla de los tres letreros.
Quédate solo con lo que te queda bien, va con tu estilo, es cómodo y fácil de limpiar y que vaya contigo. Si tienes oportunidad revisa el proyecto 333 dé Courtney Carver en su web http://www.bemorewithless.com y el concepto de armario cápsula.
Mucha suerte con la tarea, trata de disfrutarla y no dudes en consultarme y compartirme como te van con ello.
María Fernanda